EL AHOGADO MAS HERMOSO DEL MUNDO

El ahogado más hermoso del mundo escrito por Gabriel García Márquez, es un breve cuento lo cual, a partir de la aparición de un hombre muerto en un pequeño pueblo, cambia la forma de ser y pensar de sus habitantes. Este ahogado es una persona cualquiera, tenía cualidades físicas que lo distinguía de los demás, según las mujeres del pueblo era lo más alto, el más viril y más fuerte que habían visto. Para las mujeres lo cadáver no significaba algo espantoso y sí motivo de encanto. Estaban tan encantadas con el ahogado que le pusieran el nombre de Esteban, sin embargo, los hombres se pusieran celosos de una persona con tantas características físicas y de los sentimientos que provocaba en las mujeres.

Antes de la aparición de Esteban la vida en el pueblo era monótona, nunca sucedía algo nuevo, era una vida rutinera. Cuando el ahogado aparece en escena, motiva una transformación en los habitantes del pueblo. Al final del cuento, con el funeral lujoso, testificase lo respecto, cariño e gran admiración que la gente tenía por Esteban. Desde ese momento, ellos saben que quedaran incompletos, entonces en memoria al muerto, todo en el pueblo será hecho pensando en Esteban, los techos serán más altos, las puertas más anchas, los pisos más firmes.

En el cuento aparecen varios rasgos del realismo maravilloso, acontecimientos fantásticos en un mundo realista. Uno de estos rasgos, es cuando las mujeres tienen la sensación que el viento era más persistente y constante provocado según ellas por la aparición del ahogado: “contemplado el cadáver entre puntada y puntada, les parecía que el viento no había sido nunca tan tenaz ni el Caribe había estado nunca tan ansioso como aquella noche, y suponían que esos cambios tenían algo que ver con el muerto”.

Con sus imaginaciones, los habitantes crean algo fantasioso, una pasaje que muestra la relación a ese realismo lo cual podemos percibir con más clareza el realismo maravilloso, es a partir de la percepción de la gente y cómo actúan frente a un acontecimiento considerado común. Así, convierten Esteban en una divinidad, afirmando que “ pensaban que había tenido tanta autoridad que hubiera sacado los peces del mar solo con llamarlo con sus nombres, y habría puesto tanto empeño en el trabajo que hubiera hecho brotar manantiales de entre las piedras más áridas y hubiera podido sembrar flores en los acantilados”.

Podemos concluir que la transformación de la gente del pueblo reflejada en la persona de Esteban, nos revela como ellos querían verse a sí mismos: más grandes, importantes, hermosos y llenos de una bondad magnifica.